De la ventana de la cocina

De la ventana de la cocina, se vía casi toda la ciudad, realmente la casa de mi padre estaba en un lugar alto; por eso se llamaba Bella Vista. Siempre me quedaba ahí mirando el horizonte y me preguntando cuando sería el día que dejaría de mirar el mismo paisaje, era una adolescente tímida, tenía miedo de soñar demás y acabar decepcionada con las desdichas de la vida.

Era algo rutinero está ahí, no me gustaba salir de casa, me aburría la ciudad.

Prácticamente  mi personalidad fue siendo moldada por detrás de esta ventana, se me pregunto cuántas veces he estado ahí, creo que es la misma proporción que he soñado, esto quiere decir, inúmeras veces.

Madureciendo más mi sensibilidad, no dudé de aprovechar una oportunidad. Con 20 años ya era hora de soltar las alas. Fui a vivir por cuenta propia en la Capital del país, bueno, me había hecho una entrevista y conseguí un buen empleo. Brasilia era mi sueño, de las pocas ciudades que he visto que tiene un cielo tan azul y lo sientes muy cerca. Al mismo tiempo que todo es lejos y las personas frías, las vías se conectan, conectando los corazones. Era un nuevo cielo, yo por fin había permitido que la ventana se abrirá más allá.

Cuando abrimos la ventana de un lugar es para que entre luz y aire, esto posibilita la expansión de la propia conciencia. Dicen que los ojos son las ventanas del alma. Es cierto.

Después de este primero paso descubriendo mi esencia, ya era necesario elevar la conciencia. Al final de todo ya andaba viviendo en otro país. Creo que he descubierto porqué miles de personas anhelan conocer el mundo, porque el mundo al mirarlo revela en nosotros lo que somos. La necesitad de conocer el mundo nada es que querer expandir la conciencia, una busca “consciente”  de descubrir dónde estamos y el porqué de aquí estar.

Percibí que una persona que ha viajado poco no es más ignorante que una que ha hecho miles de viajes, la diferencia es el nivel de conciencia que ha desarrollado. Al conocer el mundo algunas personas encuentran con la oportunidad de convivir  con un medio distinto al tuyo, dando a esta persona una capacidad de encontrarse a si mismo y entender mejor la necesitad ajena. Bueno esto debería de ser.

Cerrar esta ventana es cerrar la conciencia, no significa que la conciencia para desarrollar necesita de conocer el mundo. Nosotros necesitamos, porque estamos en busca de nosotros mismo, algunos se miran para dentro de si, en busca de conocieren a uno mismo. Yo miré de la ventana de la cocina. Al mirar, descubrí y viví. Descubrí, viví, al mirar de la ventana de la cocina. 

Comentários

Unknown disse…
Me encanta... yo disfruto cambiar ver cómo cambia el paisaje. Disfruto la carretera. Me gusta saber a dónde voy, pero tambien ir sin rumbo, seguir las señales... perderme de vez en cuando en la ruta para encontrarme a mí en la vida...

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